domingo, 25 de agosto de 2013
"Choque entre dos mundos diferentes" parte 2
¡Holaaa chicos! Ayer les ensene la primera parte de
la historia que escribí para el concurso literario del colegio, hoy les voy a
ensenar la segunda parte. En total son seis partes más o menos, asique publicar
el cuento entero me va a tomar como seis días. Espero que les guste, pueden
dejar en los comentarios que les está pareciendo hasta el momento.
CHOQUE ENTRE DOS MUNDOS DIFERENTES (CONTINUACION; PARTE
2)
Mientras
caminamos hacia su casa ella me cuenta “Vivo con mi mama, mi hermano Alex de
catorce años y mi hermana Lucy de cinco. Vivimos en una casa muy pequeña”. Estamos
caminando en un vecindario muy pobre al parecer, la verdad es que nunca había
visto un lugar así en persona. Cuando llegamos me doy cuenta de que lo que dice
es verdad, viven en una casa muy pequeña, las cosas en ella apenas caben,
observo bien el lugar, solo tiene dos habitaciones, hay una mesa muy pequeña
con cinco sillas, la miro fijamente preguntándome a quien le pertenece la
quinta silla, Alicia me mira “Pertenecía a mi papa, pero el falleció de cáncer
unos años atrás porque no podíamos pagar el tratamiento” me dice, “Lo siento mucho” le respondo con tristeza, “No te
preocupes, de eso ya hace muchos años” me dice. Alicia entra en una de las
habitaciones a buscar a su mama, luego de un rato ambas salen.
-“Asique no tienes papas” me dice su mama.
-“Así es, no tengo” respondo, mintiendo.
-“¿Pero dónde has vivido hasta ahora?” me pregunta,
odio mentir pero si digo la verdad me van a devolver a mi casa o van a llamar a
mis padres, y mi aventura se acabaría.
-“No tengo una casa fija, duermo en la calle” digo
tratando de sonar convincente.
-“¿Estás segura de que no hay ningún adulto
responsable de ti?” Me pregunta ella con voz amable.
-“Si, estoy segura” respondo.
-“Bueno, supongo que entonces te puedes quedar unos
días con nosotros, después veré que voy a hacer contigo, no puedes seguir
viviendo en la calle, mañana puedes acompañar a Alicia a la escuela si quieres”
me dice.
-“Me encantaría” respondo, presintiendo que mi
aventura acaba de comenzar.
Alicia me lleva a la habitación donde duermen ella y
su hermana, parece que su hermano duerme en el sofá de afuera. Es una
habitación muy chiquita, probablemente del tamaño de mi baño, incluso creo que
este es más grande, tiene dos camitas muy pequeñas y una mesita bastante
deteriorada. Alicia saca el colchón y me dice que mientras me quede puedo usar
su cama y ella usara el colchón, yo le digo que no hace falta, que yo puedo
dormir en el colchón.
A la hora de cenar nos dirigimos a la mesa, hay un
plato con una cantidad de arroz la cual dudo que sea suficiente, y otro plato
con un poco de carne y ensalada, que tampoco es mucho que digamos.
-“Toma asiento, Mia” dice su mama tiernamente, los
demás ya están sentados. “Niños dejen a Mia servirse primero, ella es la
invitada”.
-“No se preocupe, no tengo mucha hambre” miento otra vez, no quiero quitarles la
poca comida que tienen, no es justo de mi parte, asique solo me sirvo una
pequeña cucharada de arroz y dos tomates de la ensalada. Cuando estoy a punto
de comenzar a comer de repente todos a coro dicen:
-“Te damos gracias señor por estos alimentos que nos
has dado, bendice las manos que los prepararon y a nosotros también, Amen” eso
no lo esperaba, en mi casa nunca damos gracias por los alimentos, de repente
siento un pesar en mi alma.
-“Amen” repito.
-“Mama, me gusto un vestido que venden en la tienda
que hay a dos esquinas de aquí, ¿Me lo compras?” pregunta Lucy, la hermana
menor.
-“No pequeña, ahora mismo no estoy teniendo muchos
ingresos, no puedo” dice la mama que con los ojos tristes.
-“Pero mama, yo no tengo casi nada de ropa” replica
Lucy.
-“Yo quisiera regalarles el mundo entero, pero no
puedo, asique mejor cambiamos de tema” dice su mama aun triste.
El resto de la noche fue tranquila, todos platicamos
felices en la mesa de cómo fue nuestro día, después de cenar nos fuimos a
dormir, me fui a la cama con hambre, bueno más bien al colchón. Antes de
acostarme saque mi libreta y empecé a escribir:
Día dos:
Hoy encontré
una niña en el parque que me llevo a vivir con ella. Su casa es muy chiquita y
la comida escasa, duermen en camitas chiquitas e incomodas, pero no ser si
sentir pena por ellos o por mí. Estoy comenzando a creer que ellos viven mejor
que yo, son muy unidos, siempre están felices, se sientan a cenar todos juntos
y en vez de hablar sobre negocios platican sobre cosas en las que todos puedan
participar, comentan como fue su día y se interesan por oír el relato de los
demás. También dan gracias a Dios por la comida que tienen, lo que es un poco
irónico porque en mi casa la mayor parte de la comida suele botarse porque es tanta
la que preparan, que sobra, sin embargo no le damos gracias a Dios, pero ellos que apenas
le da la comida para mojarse la boca, le dan gracias a Dios por ella. Ellos no
merecen pena sino admiración. Siento pena por las personas que tienen que irse
todos los días a la cama con hambre, ya sé lo que se siente y no me gusta.
Mia
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Linda la segunda parte!!
ResponderBorrarEspero puedas alimentar mi blog con tus comentarios (sereaprendiendoaleer.blogspot.com) Saludos y besos desde Bolivia!!