martes, 27 de agosto de 2013

"Choque entre dos mundos diferentes" parte 4 (FINAL)

¡¡Holaaa lectores!! Espero que estén preparados para ver el final de mi cuento y también que les haya gustado.

CHOQUE ENTRE DOS MUNDOS DIFERENTES (CONTINUACION; PARTE 4 –FINAL-)

Después de despertarme, salgo afuera pensando cómo les voy a decir  la verdad. La mama de Alicia está cocinando y ella está sentada en la mesa.

-“Señora, tengo que decirle algo” digo.

-“¿Que paso Mia?” pregunta ella curiosa, Alicia nos mira.

-“Es que no les he dicho la verdad;  yo si tengo padres y una casa. Hace cuatro días me escape porque quería tener una aventura, luego encontré a Alicia y vine con ustedes. Ayer vi un papel en la calle que tenía mi foto y ofrecía una recompensa. Mis padres me están buscando. Lamento mucho haberlas engañado, me he divertido mucho y además he aprendido miles de cosas. Espero que no estén enfadados conmigo. Perdón” mientras más hablo, mas se sorprenden. La mama de Alicia me mira con los ojos muy abiertos y Alicia con una cara decepcionada.

-“Pero porque nos engañaste de esa forma, tus padres deben estar muy preocupados, además te pudo haber pasado algo.” Dijo la mama de Alicia preocupada, después de un momento de silencio.

-“No sé qué decir, me engañaste” me dijo Alicia.

-“Lo sé, y lo lamento mucho, no fue mi intención hacerte daño. Espero que seas capaz de perdonarme.” Le dije.

-“¿Dónde vives Mia?” me pregunto la mama de Alicia.

Le dije la dirección, y ella me dijo que busque mis cosas porque me va a llevar a mi casa. En el camino nadie dijo nada, pero yo no quería que Alicia se quedara enojada conmigo.

-“¿Crees que algún día me puedas perdonar?” le pregunte.

-“Te convertiste en mi mejor amiga y no quiero que perdamos nuestra amistad. Supongo que te perdono, aunque creo que me pudiste haber dicho la verdad” me dijo, eso me alivio, yo tampoco quería que perdiéramos nuestra amistad.

-“Tu también te has convertido en mi mejor amiga, y podemos seguir viéndonos siempre que quieras” le dije.

Cuando llegamos estaban un poco sorprendidas, supongo que no esperaban que yo viviera en una casa tan grande. Cuando entramos, sentí gusto, había extrañado mi casa. Veo a mi mama que cuando me ve se le salen las lagrimas y corre hacia mí y me da un abrazo.

-“¿Dónde has estado cariño mío? ¿Por qué te has ido?” me dice llorando.


-“He estado viviendo que la casa de Alicia”- le digo señalando a mi amiga. –“La conocí en el parque y me dijo que me podía quedar con ella unos días, ni ella ni su mama sabían nada, les dije la verdad esta mañana y en seguida me trajeron de vuelta. No te enojes con ellas, no tienen la culpa, además me han cuidado muy bien.” Le dije mientras ella me sostenía en brazos.

-“Espérenme aquí niñas, tengo que hablar en privado con la mama de Alicia” me dijo mientras ellas caminaban hacia el estudio.

-“Wao, no sabía que vivías en una casa tan grande, no sé cómo se te ocurre escaparte de esta casa tan linda” me dice mirando alrededor.

-“Me escape porque quería conocer más, aunque la casa es muy grande, no conocía como eran en realidad las cosas afuera” le dije mientras nos sentábamos en el sofá.

Después de un rato mi mama y la de Alicia salieron del estudio, mi mama todavía estaba sonriendo.

-“Bueno, me divertí mucho con tu compañía Mia, espero que no vuelvas a hacer lo que hiciste porque es muy peligroso. Nos volveremos a ver pronto, pero ahora nos tenemos que ir” me dijo la mama de Alicia, después me dio un beso.


-“Adiós Mia, espero que podamos seguir siendo amigas” me dijo Alicia.


-“Adiós, te prometo que mantendremos el contacto” le dijo, luego ellas se fueron. Mi mama me tomo en brazos y me abrazo fuertemente, mientras se le salían las lágrimas de nuevo.


-“No vuelvas a hacer eso en tu vida entera, me tenias muy preocupada, pensé que algo te había pasado” me dijo y la voz de se le cortaba entre las palabras, su corazón latía fuerte.


-“No te preocupes, no lo volveré a hacer, yo solo quería tener una aventura mama, sentía que no sabía suficiente sobre el mundo fuera de mi casa, lamento si te hice pasar un mal momento. Por cierto, ¿de qué hablaste con la mama de Alicia?” le pregunte.


-“Hablamos sobre qué hiciste mientras estuviste con ella, las mentiras que dijiste, cosa que discutiremos mas tarde, y también me dijo que estabas preocupada porque perderías tu amistad con Alicia. Le trate de dar la recompensa pero no la acepto, solo quiso tomar la mitad porque la necesitaba mucho. La invite a ella y su familia a comer el sábado, acordamos que ustedes seguirán siendo amigas. Le agradecí el haberte cuidado.” Me dijo mientras me pasaba la mano por el pelo.


-“Que bueno, no puedo esperar para que sea el sábado” dije.


-“Tuviste suerte de encontrarte personas decentes, no todo el mundo es así, hay personas con malas intenciones que si ven a una niña indefensa como tú, caminando sola en la calle, le hacen daño. Espero que recuerdes eso la próxima vez que se te ocurra una idea semejante o que quieras tener otra aventura. No creas que te libraste tan fácil, tu y yo tenemos una plática pendiente, lo que hiciste fue muy grave y nos tenias muy preocupados, eso merece un castigo, además nos tienes que explicar todo lo que hiciste y porque. Voy a llamar a tu padre, se va a alegrar mucho de oír la noticia, en cuanto a tus hermanos tendremos que esperar a que vuelvan del colegio” me dijo mientras caminaba hacia el teléfono para llamar a mi papa.

Me senté en el sofá  y mientras ella estaba al teléfono empecé a escribir:

Día cuatro, fin de la aventura:

 Hoy dije la verdad. Alicia y su mama se molestaron pero después me perdonaron y me devolvieron a mi casa como era de esperar. Estaban muy sorprendidas cuando les dije donde vivía y lo que había hecho. Cuando mi mama me vio, se le salieron las lágrimas.

A pesar de que estoy segura de que me van a castigar, no me arrepiento de haberlo hecho. He aprendido muchas cosas; la pobreza en la que viven algunas personas, no obstante me sorprendió lo felices y unidos que son también. Aprendí que no todos tienen la suerte de ir a un colegio tan bueno como el mío, que no todos cuando llegan a su casa encuentran la comida hecha y tienen la libertad de servirse todo lo que quieran de la mesa sin temer a que se acabe la comida, algunos cuando llegan a su casa no tienen que comer, ni se pueden bañar cuantas veces quieran con el agua caliente. No todos tienen la variedad de ropa que tengo yo, ni tienen la oportunidad de merendar en el recreo. Me sorprendió ver que mi vida es muy diferente a la de otras, en el lugar donde vivía Alicia habían cientos de casas igual de chiquitas y en las mismas condiciones. Tengo que empezar a dar gracias a Dios por todo lo que me ha dado, porque he sido muy dichosa con la vida que tengo. Aprendí que soy una pequeña parte de un enorme mundo, y que todavía me falta mucho por aprender.

Mia


“Gracias Dios, por esta aventura” susurre.

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